Marcos Álvarez Yáñez: El desafío de la izquierda

Marcos Álvarez Yáñez: El desafío de la izquierda
Candidata presencial de la centro izquierda chilena.

“Jara no sólo triunfó en la primaria del progresismo, lo hizo encarnando una vieja fisura política -lo popular versus las élites- que no es meramente simbólico, sino profundamente concreto y real. Que una mujer nacida y criada en la población periférica de la comuna de Conchalí, hija de una dueña de casa y un mecánico, encabece hoy una candidatura presidencial competitiva marca un antes y un después en la política chilena reciente. No se trata únicamente de una narrativa simbólica, sino del reconocimiento de una trayectoria vital y política que conecta con un electorado definido. Esto puede ayudar a generar una mayor confianza y conexión entre los ciudadanos y sus líderes políticos, relación que viene desgastada desde bastante tiempo y que vio su punto álgido en octubre del 2019. Lo que vino después es otra historia”, dice el sociólogo Marcos Álvarez Yáñez


Por Marcos Álvarez Yáñez (sociólogo)

                         En los últimos veinte años, la política en Chile ha seguido un patrón cíclico: la coalición en el poder tiende a perder apoyo en las elecciones posteriores. Esto sugiere que los votantes chilenos suelen castigar a quienes gobiernan, lo que puede generar un clima de inestabilidad política y dificultar la implementación de políticas a largo plazo. Sin embargo el triunfo de Jeannette Jara en las recientes primarias de la izquierda chilena abre una etapa clave para este sector político.

Jara no sólo triunfó en la primaria del progresismo, lo hizo encarnando una vieja fisura política -lo popular versus las élites- que no es meramente simbólico, sino profundamente concreto y real. Que una mujer nacida y criada en la población periférica de la comuna de Conchalí, hija de una dueña de casa y un mecánico, encabece hoy una candidatura presidencial competitiva marca un antes y un después en la política chilena reciente. No se trata únicamente de una narrativa simbólica, sino del reconocimiento de una trayectoria vital y política que conecta con un electorado definido. Esto puede ayudar a generar una mayor confianza y conexión entre los ciudadanos y sus líderes políticos, relación que viene desgastada desde bastante tiempo y que vio su punto álgido en octubre del 2019. Lo que vino después es otra historia.

Jara debe ser capaz de construir puentes entre diferentes sectores y grupos, y generar confianza en su capacidad para liderar y representar los intereses de todos. Esto requiere una comprensión profunda de las necesidades y preocupaciones de los ciudadanos, así como la capacidad de articular una visión clara y convincente para el futuro del país. Tendrá que luchar fuertemente con el anticomunismo instalado en la sociedad, quién no entiende que el PC Chileno es un partido que ha tenido una marcada trayectoria en la búsqueda de la democracia.

Si la candidata quiere ganar no deberá sintonizar con las orientaciones de las figuras de su partido - Jadue y Carmona- sino con lo que la población necesita. Seguridad, salud, costo de la vida y desempleo son los temas que más preocupan a los chilenos de acuerdo a la última encuesta del Centro de Estudios Públicos.

La unidad y la cohesión de la izquierda también son fundamentales pueda recuperar su influencia y presentar una propuesta política creíble y atractiva para los ciudadanos. La falta de unidad ha permitido que los opositores políticos aprovechen las divisiones y debilidades internas para avanzar sus propias agendas facilitando el crecimiento de figuras de la ultra derecha como Kast y Kaiser. La extrema derecha propone retrocesos en áreas fundamentales para la sociedad chilena, y es importante que la coalición se una para detener estos intentos de regresión. Al trabajar juntos y presentar una visión clara y convincente, pueden generar un movimiento fuerte y unido que defienda los derechos y la democracia en Chile.

La candidatura de Jeannette Jara podría ser el punto de encuentro para que la centro izquierda y el progresismo conecten. Para eso necesita unir fuerzas y presentar una alternativa sólida y creíble en nuestro país. La ex ministra debe ser capaz de trascender el sectarismo y abrirse a diferentes sectores de la sociedad, presentándose como una opción real de gobierno para todos los chilenos.

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).